CONSIDERACIONES POLÍTICAS DEL
PARTIDO POPULAR DE
LA RECONSTRUCCIÓN
Nuevamente
el Pueblo tiene la posibilidad de elegir sus representantes en el Congreso
Nacional, puntualmente cinco diputados nacionales que representarán a Entre
Ríos en la tarea de producir leyes que regulen el presente y el futuro de
nuestra Patria.
Si tomamos en cuenta lo que ha pasado en materia legislativa
en los últimos veinte años, podemos decir, que no todo ha sido a favor del
Pueblo y por supuesto de la Nación. Desde el año 1983 que venimos sufriendo
situaciones adversas por la acción de muchos señores y señoras que han
tenido el honor de ser elegidos para representar una banca en el Congreso y
no han sabido o no han querido cumplir con el deber indelegable de ser
artífices de proyectos que lleven a la Argentina a un estado de esplendor.
No se
trata de ser nostálgicos o retrógrado como también le dicen a aquellos que
ansiamos un país más justo y equitativo que contemple deberes y derechos,
porque pretender vivir dignamente no es una utopía o un delirio sino un acto
de plena conciencia y a su vez de sentir la necesidad de vivir dignamente,
defendiendo los valores esenciales de la vida, el orden natural, las buenas
costumbres, la moral, el respeto por los demás y muchos más postulados que
en un momento de la historia nos supo marcar el eje central de las
vivencias diarias como Comunidad.
Argentina
no puede seguir sosteniéndose con políticas que degraden la esencia de la
nacionalidad, con intenciones de instalar disposiciones de índole
internacional que van en contra de los valores de la vida. Si estas
consecuencias nefastas prosiguen con su objetivo, se llegaría a instaurar
definitivamente en lo que hoy asoma como una realidad, la violencia, la
corrupción con sus innumerables ramas, la delincuencia y todas sus trágicas
consecuencias, el flagelo de la droga, el alcohol, la prostitución infantil,
la pretensión de querer deformar el sexo masculino y femenino, la
legalización de uniones de personas homosexuales como si le asistiera algún
derecho razonable o de índole legal, la intención de querer despenalizar el
aborto, etc A todo esto le podemos agregar los problemas económicos que
todos conocemos, el cambio de la cultura del trabajo por la tarea de ser
piquetero y que de esta manera a través de la “ayuda social” mantienen
cautiva la voluntad del voto a un vasto sector de nuestro País.
No es que
nos encontramos en contra de la ayuda humanitaria, pero si ella significa
suplantar el trabajo como eje esencial de la vida del hombre, se alteraría
el rol de tender una mano al que más lo necesita y por lo tanto sacarlo
definitivamente de su condición dolorosa de tener que sufrir por no tener
trabajo y de esta manera recuperar su autoestima y por supuesto su dignidad
como persona.
La Nación
Argentina se debe componer indefectiblemente con su Pueblo digno, porque si
alteramos este principio desvirtuamos nuestra esencia de comunidad
organizada y ésta al no sustentarse con personas que realmente levanten las
banderas de la defensa de los valores de la nacionalidad, prácticamente se
correría el riesgo que la Patria decline su soberanía indefectiblemente.
Por lo
tanto debemos exigir que nuestros legítimos derechos sean respetados, como
ser el:
·
Derecho a la vida que es inviolable desde la concepción a la muerte
natural
·
Derecho a la protección de la Familia por parte del Estado como
núcleo básico de la sociedad.
·
Derecho a trabajar y a una retribución justa y digna para sí y su
familia.
·
Derecho a la seguridad personal y social.
·
Derecho a la educación y a la formación cultural.
·
Derecho a la salud y prevención.
·
Derecho de los padres a ser reconocidos como los primeros educadores
de sus hijos
·
Derecho a la vivienda digna, apta para la familia
·
Derecho a la propiedad privada en función social.
·
Derecho a la participación política.
·
Derecho a la protección integral de parte del Estado a todo ciudadano
argentino que lo necesite como ayuda humanitaria, pero no permanentemente,
debiendo el propio Estado darles las condiciones necesarias para que la
persona pueda salir de su estado de necesidad a través del trabajo digno.
·
Derecho a que el Estado proteja al Pueblo del dominio o imposiciones
que ocurren actualmente, principalmente del Nuevo Orden Mundial que se
encuentran recubiertas con una máscara de seudo-democracia a las
dominaciones a que nos quieren imponer, cultural, individual, colectiva,
financiera, tecnócrata, política, etc.
Ha llegado
la hora que la comunidad se comience a organizar indefectiblemente para
defender sus derechos, porque no lo hará los actuales dirigentes de las
estructuras políticas tradicionales que han venido estafando desde hace
muchos años, la fe del pueblo. Solamente
EL PUEBLO SALVARA AL PUEBLO Y ESTE A LA NACIÓN ARGENTINA
Paraná 12 de Julio de 2005
JUNTA EJECUTIVA PROVINCIAL ENTRE RIOS
P.P.R.
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